jueves, 17 de diciembre de 2020

Religión y política: Análisis de su relación en el Estado Islámico.

 ¿Alguna vez has visto las noticias sobre el Estado Islámico y no entendiste ni papa?

Bueno aquí te dejo una corta reflexión sobre mi propia búsqueda espero la disfruten.


“El poder político y el poder religioso son dos instituciones que reclaman para sí la autoridad suprema y que exigen el sometimiento y la obediencia del otro. Como no es posible que haya dos poderes absolutos, la lucha por la supremacía se desencadena hasta llegar a un compromiso aceptable para ambos.” (Figueroa, 2003, pág. 366)

 

El siguiente acercamiento trata sobre del actual Estado Islámico analizado desde un ámbito histórico. Para ello, se remonta desde los orígenes del Islam partiendo de las enseñanzas del profeta Mahoma en la meca. Estas enseñanzas generaron enfrentamientos con otros grupos religiosos, obligando a Mahoma a migrar a la ciudad de Medina donde los judíos no le permitieron que el Islam se extendiera en la ciudad. Estos conflictos llevaron al profeta a proteger su comunidad desde adentro, imponiendo sus decisiones por medio de la fuerza, convirtiéndose así, en el primer jefe de Estado de Medina. Mahoma logró volver a la meca y la ciudad se rindió ante él pacíficamente consiguiendo la totalidad de la península arábiga bajo su dominio, así, religión y Estado surgieron unidos con la primera comunidad islámica.  (Figueroa, 2003).

La expansión del Islam se diferenció a la del cristianismo en la Europa medieval, debido a que esta última surgió al interior de un Estado ya consolidado. Esto originó enfrentamientos entre el poder político y religioso, sin embargo, estos no se presentaron dentro del Islam, debido a una relación estrecha entre los dos poderes, la cual, permitió que el Estado Islámico fuera concebido como teocrático, fundamentado en los lineamientos del Corán y la ley islámica, que terminó atravesando todos los aspectos de la vida social (Sartori, 2001). Este surgimiento del Estado islámico ha buscado recuperar un fundamento sagrado para la sociedad, transformándola a través del abandono del proyecto modernizador occidental, para “Islamizar la Modernidad”  (Huntington, 1997).

Esto se comprobó con el clima político que sufrió Iraq y Siria en el momento en que se independizaron de las potencias europeas, quedando como estados totalmente fragmentados y débiles, esto permitió que en 1991 se creara el proyecto Estado Islámico iraquí (EII). Por otro lado, se dieron cambios en Siria cuando Bashar al Asad llegó al poder; El Régimen se vio sometido internacionalmente a partir del 2003 cuando se dió la invasión estadounidense en iraq (Rey, 2015), en el transcurso de los acontecimientos el Estado Islámico intervino para dar respuesta a las irregularidades que la invasión americana había generado, lo que le permitió presentarse como un “verdadero” Estado de Derecho y por ende como un proyecto político. El EI (Estado Islámico) pretendió tomar, como acto de justicia, deshacer los acuerdos Sykes-Picot que se incumplieron a los estados árabes por parte de las potencias europeas cuando finalizó la primera guerra mundial. A su vez, también pretendió internacionalizar el conflicto declarándole la guerra a los estados occidentales, estableciendo así un Estado paralelo (Luizard, 2015).

Este Estado paralelo ha tenido ciertas características: primero, se basó en un fundamentalismo religioso en el cual la vida social, política y económica debía estar atravesada por los mandatos del Corán, y el mandato de Alá cómo la única verdad. Segundo, la captación de recursos económicos que, como se mencionó anteriormente, hizo al EI un Estado independiente económicamente, y por último, hizo uso de la fuerza y de la violencia para la legitimación de su poder, proyectándose como una ideología o forma de vida que ha reclutado a miles de personas que han vivido inconformes con los valores de la vida occidental. El reclutamiento ha incluido una serie de rituales y doctrinas que les ha permitido a los individuos comprender que el Islam es la mejor, la verdadera y la única ley natural, y que es imposible concebir otras formas de vida que estén por fuera de esta particularidad.

Por último, para el EI, los Estados occidentales han sido concebidos como una entidad que no han logrado abarcar la soberanía en todo el territorio. Lo anterior debido a que por un desinterés político o por falta de ejercer el orden que deviene del Estado, algunas partes del territorio se han entendido como márgenes o periferias que por lo general, son desordenadas y sin estructuras administrativas (Das & Poole., 2008). En cambio, se ha evidenciado un contraste entre la concepción de Estado Occidental y el accionar del Estado Islámico, puesto que éste se ha caracterizado por ser transfronterizo, debido a que sus principales controles se ejercieron de igual manera en las fronteras establecidas y desde una ley que se presume divina.

 

 Bibliografía

 

Bourdieu, P. (2002). Espiritus de Estado génesis y estructura del campo burocrático . Revista Sociedad, 1-16.

Das, V., & Poole., D. (2008). El Estado y sus márgenes. Etnografías comparadas . Cuadernos de Antropológia Social , 19-52.

Figueroa, M. R. (2003). El Estado Islámico: entre la teória y la práctica, entre el Islam y la secularización. Estudios de Asia y África .

Huntington, S. P. (1997). El choque de Civilizaciones y la Reconfiguracion del orden Mundial. España: Paidós .

Luizard, J. P. (2015). La emergencia del Estado Islamico . Nueva Sociedad , 48-63.

Rey, M. (2015). Sobre los origenes del Estado Islámico . Pasajes: Revista de pensamiento contemporaneo, 84-97.

Sartori, G. (2001). La sociedad multietnica extranjeros e islámicos . España: taurus.