Reseña
Gutiérrez de pineda, Virginia. Familia y cultura en
Colombia. Bogotá, Colombia. Editorial universidad de Antioquia. 1968. Pág. 528.
El libro del cual es la presente reseña, fue escrito
en el idioma español por Virginia Gutiérrez de pineda, texto que alude a la
disciplina antropológica de los años 60 en Colombia y como se estructura la
familia en nuestro territorio.
Virginia Gutiérrez de Pineda nació en socorro
Santander, estudió en el instituto pedagógico nacional e ingresó en la escuela
normal superior, institución decisiva en su formación, donde completó sus
estudios en ciencias sociales y etnología, pionera sobre los trabajos de la
familia en Colombia y de antropología médica, sus invaluables aportes han sido
reconocidos ampliamente, además se hizo merecedora por parte del gobierno
nacional de las condecoraciones “camilo torres”, “orden presidencial del
mérito”, y medalla al mérito “Ester Aranda”. En los años sesenta la
investigadora, antropóloga y socióloga publicó un par de libros reveladores en
nuestras ciencias sociales, a saber, la familia en Colombia: estudio
antropológico (1962), y la familia en Colombia: trasfondo histórico (1963), después
familia y cultura en Colombia (1968), estas importantes contribuciones, con
todo pasaron casi desapercibidas para el público colombiano y tuvo un efecto
discreto en el campo universitario.
Virginia Gutiérrez de Pineda configura su libro en una
serie de investigaciones que realizó en distintas zonas del país, estas
investigaciones fueron dirigidas en un esfuerzo por conocer la estructura de la
familia en Colombia por esto toma su rumbo en una serie de ejercicios que le
fueron dando forma, como el trabajo de campo etnográfico, la observación
participante, la entrevista profunda y superficial, recolección de biografías
de hombres y mujeres adultos, e indagación en documentación escrita de la historia
y estadística; incluso en la estructura del libro podemos ver algunas de estas investigaciones,
por ejemplo en la cantidad relevante de citas y pies de página que nos remiten
a los procesos históricos y la estructura del hábitat. Vale decir, que al no
ser Colombia específicamente en la conformación familiar, católica y monogámica
como se entiende generalmente, el estudio de Virginia pretende conocer y
describir la tipología y la estructura familiar colombiana y su divergencia. El
libro está estructurado en cuatro capítulos ampliamente elaborados con una
serie de subtítulos que atañen a todo el texto; antes de iniciar con el primer capítulo se
encuentra una breve biografía de Virginia y una lista de todos sus libros y
artículos publicados por año.
Al finalizar estos cuatro capítulos tenemos una serie
de mapas dados por la autora donde muestra geográficamente lo que ella denominó
complejos culturales o subculturas, definido de la siguiente manera: “dimensiones patrias dotadas, básicamente de
un hábitat particular, dentro del cual un conjunto demográfico de
características étnicas dadas, había creado mediante un proceso histórico
vivido separadamente, la sociedad, representada en instituciones, dentro de las
cuales operaban valores, imágenes y pautas de comportamiento en complicada
acción integrativa y bajo una marcada identidad”, Y finalmente encontramos
entonces toda la bibliografía usada por Virginia para la completa e integral
elaboración de su trabajo investigativo.
La autora divide la patria en cuatro complejos
culturales denominados así: 1) complejo cultural andino o americano: que se
encuentra establecido predominantemente en el piso térmico frío, de donde se
proyecta al paramuno y templado, sentándose en las altiplanicies y valles
intercordilleranos de las porciones meridionales y nororientales de la zona
andina. 2) complejo santandereano o neo hispánico: ocupa la porción fragosa de
la cordillera oriental en su porción norteña, resbalando por los pisos térmicos
cálido y templado en vertientes y valles fluviales. 3) complejo de la montaña o
antioqueño: se ubica en la región andina media sobre la conjunción de las
cordilleras central y occidental. El habitante se ubica tradicionalmente sobre los
pisos térmicos templados y frio. 4) complejo litoral-fluvio-minero o negroide:
el más extenso, incluye dos regiones naturales (llanura del pacifico, y costa
del caribe) y sectores de las riberas del magdalena y el cauca; complementan este ámbito geográfico antiguas zonas
mineras, representadas fundamentalmente por la porción aurífera del norte
antioqueño, se identifican por un clima cálido constante, regiones de sabana y
de selva húmeda tropical.
Nuestra autora hizo una salvedad dentro del libro
expresando la inconformidad de que la investigación puede que no sea completa
ya que hubo unas regiones a las cuales ella no pudo acceder por los procesos de
conflicto de ese momento que se quedaron sin estudiar, en este proceso
Virginia, determinó para cada complejo cultural una serie de aspectos
determinantes, de los cuales desembocó la familia específica de cada uno de los
complejos que evidentemente vistos dentro de las culturas se dieron como
procesos normales y distintos a los otros. Primero empezó por delimitar a
manera de conocer las áreas geográficas de cada complejo todo lo que
comprendían suelos, áreas fluviales, composición de los climas, etc. Luego entró a determinar la complejidad
étnica de las zonas que más adelante fueron un complemento a la investigación
histórica de cada una de ellas, ya en este proceso ella delimitó su investigación
desde la etapa de la conquista y la colonia, recorriendo por estos procesos
desde la reconstrucción económica de estas dos épocas hasta la influencia que
ejerció la religión; basándose entonces en su complejidad étnica y en el
aprovechamiento de esta, subvalorándola o ejerciendo un poder contrario desde
el indígena y negro hacia el español colonizador y como desde aquí comenzó a
estructurarse la familia a través del mestizaje, de la tenencia de la tierra o
valores económicos agregados y la influencia religiosa, además los procesos
culturales de crianza donde divergieron considerablemente al sexo masculino del
sexo femenino con unos condicionantes culturales históricos y morales, a lo
largo del libro se ve la oposición cultural de la autoridad masculina y
femenina que se dio a partir de un determinante moral y religioso construido
desde la colonia.
quiero hacer una aproximación que me parece interesante
mencionar desde este aspecto, y es como el complejo negroide diverge
considerablemente de los demás complejos, y es que en su estructura de mestizaje
quienes predominaron fueron los indígenas y negros y una minoría de población
blanca, entonces el proceso de aculturación que se produjo fue diferente y
quienes dominaban eran los indígenas sobre los negros desde luego que la
población española y clérigos de la iglesia quisieron aprovecharse de las
tierras, y generar procesos de integración a la religión católica de estas
poblaciones, pero la dificultad de los
caminos para ingresar a estas tierras y los asentamientos de esta población dificultó
este trabajo, afectando los intentos de la iglesia por acercarse a estas tierras
lo que los mantuvo al margen, por esta razón vemos en la investigación de
Virginia que los rituales de esta
población estaban entremezclados algo así como “de todo un poco”, y las
conductas moralista no se regían desde la religión sino desde un constructo
cultural; bien desde la división de lo
que significaba ser hombre negro y mujer negra, por lo tanto, para entender
estas construcciones se pasó a definir las distintas conformaciones de familia
y como de acuerdo a un proceso cultural se va pasando de una a otra, estas
conformaciones familiares expresadas son: el matrimonio católico en la mayoría
de los complejos como fin último de conformación familiar, unión de hecho
(interclase-intraclase), unión libre, madresolterismo, concubinato, relación
esporádica, el amaño, poliginia, familia extensa, dentro de estos complejos
culturales se describieron algunos de estas conformaciones ya que la influencia
religiosa dentro de la moral colectiva coaccionaba aquello que era visto
divergente dentro de la construcción cultural, de lo que era bueno y cristiano a lo que era
malo y anti religioso o asocial.
El libro muestra una panorámica descriptiva amplia,
pero no muchas veces real o cotidiano de la conformación familiar, sin embargo
ayuda a esclarecer que tenemos una gran diversidad de pensamiento frente a la
religión y la familia, y que dentro de cada una de las formas culturales
vividas desde ellas mismas pueden generar actitudes morales respectivas, sin
que al verse desde afuera se planteen juicios de valor, para ello debe entenderse
cuáles fueron los procesos históricos vividos por la comunidad, creo que es uno
de los mejores trabajos que he leído es completo y bastante descriptivo de cada
complejo y puede distinguirse claramente la formación boasiana y particularista
de la autora, es bastante claro en cuento a como desde es el particularismo
histórico se estudia la cultura. Por ende dado el tiempo en que se realizó la
investigación y del acelerado proceso de una nueva aculturación que ha vivido
el país en el siglo XXI propongo interesante un nuevo estudio sobre el cambio
en la estructura familiar con las nuevas generaciones y poder comparar los procesos en 1968 a 2014 ¿qué
ha cambiado?, no creo tener por ende ningún comentario negativo respecto a la
presente obra e invito a que el común de la gente lo lea y conozca nuestros
procesos, en gran medida identitarios porque nos instruye sobre nosotros mismos
y cómo es posible que entre caleños, paisas y costeños sintamos que somos tan
distintos en un mismo país.
Reseña elaborada
Sasha Basmagi Londoño (estudiante)